viernes, 22 de febrero de 2008

Sólo pregúntale...

Pregúntale a la noche y dime qué te dice...
O a la soledad cuando estés con ella.
Quizás el silencio pueda explicarte de forma clara mi actuar
O la tristeza te dibuje con lágrimas el camino por recorrer.

A veces otras experiencias dejarán en evidencia la nuestra
en un pasado que se asome en tu presente con nostalgia,
pero no con pena, sino con alegría, y eso espero.

Así que escucha lo que tiene que decir la noche
y aprecia la invaluable compañía que te ofrece la soledad
el silencio hablará elocuentemente por mi
Las lágrimas... bueno, ellas me trazarán el camino mejor.

miércoles, 6 de febrero de 2008

El alter-ego más tonto

Lo desprecio.
Debo reconocer que cuando era chico sentía una especie de simpatía por Superman. Pero era una admiración cándida, apoyada en la inocencia y desconocimiento propios de la infancia. Es que el hueón volaba, incluso en contra del sentido de rotación de la tierra para volver atrás en el tiempo y así evitar que su amada muriera (¿?), viaja al espacio con no sé qué atributo físico; nunca supe si era un gran salto, un despegue a chorro o sólo se pasaba la fuerza de gravedad por el orto, por que ni siquiera aleteaba. Más encima era a prueba de balas, se podía transformar en un riel humano y estabilizar un avión en pleno vuelo, en fin, grandes peripecias que hacían soñar a grandes y pequeños.

Pero los años me han dado razones de peso para aborrecer ese símbolo de los Yankees.
En realidad lo que más me molesta de ese alienígena es que nos vea como estúpidos y, al hacerse el humano, actúe como un tarado.

Pero creo que la tontera que corona a Superman es más bien congénita. Sus padres eran estúpidos y los kriptonianos también ¿Cómo se le ocurre a Jor-El mandar a su hijo a la tierra? ¿Nunca habrá escuchado que teníamos la media cagada? A los criminales más peligorosos de Kripton los meten en un espejo y los mandan a dar una vuelta por el espacio ¡En un espejo! ¡Los espejos se quiebran!

Superman cree que nos puede engañar sólo con sacar y ponerse los lentes ¿El muy imbécil creerá que somos ciegos? Yo uso lentes desde los 18 años, pero cuando me los saco, nadie me mira extrañado ni me pregunta quién mierda soy. Si hasta mis perros me reconocen con o sin lentes. Esa filosofía me indica que puedo asaltar un banco sólo poniéndome gafas, doblo la esquina me las saco y paf!! El disfraz perfecto.

¿Qué estupidez es esa de ponerse los calzoncillos sobre los pantalones? ¿Será que como se cambia de ropa muy rápido olvida que las sungas son ropa interior? ¿O lo hará para que no se le caigan las monedas de los bolsillos?

Como mencioné antes, es un ser prácticamente invulnerable, casi indestructible si no fuera por la kriptonita. Y cómo puede ser tan weeta que vive en la misma ciudad de Lex Luthor, el único ser humano en la tierra que tiene acceso a ese bendito mineral extraterrestre.

Y para peor, contraviniendo el principio básico de un periodista: los hechos y teniendo toda la faz de la tierra, los parajes más hermosos, los climas más bondadosos el mentecato tira el cristal verde que le regaló su padre al polo norte. A la chucha del mundo ¿Qué puede pasar en el polo norte? Una foca devorada por una orca, un oso polar muerto en extrañas circunstancias… No tiene vecinos, se caga de frío… Su mansión no tiene puertas, no tiene baño, ni ventanas, sólo enormes púas de hielo. Y realmente hay que tener un culo de acero para sentarse en esas incómodas sillas de duros ángulos rectos… La pesadilla inmobiliaria de cualquier persona con un dedo de frente.

Ahora, si es el hombre de acero, ¿como puede doblar los brazos o acostarse en posición fetal? ¡Si el acero es más duro que la chucha!, cómo mierda se corta el pelo o las uñas. O cómo el oftalmólogo que le recetó esos horribles lentes no se dio cuenta que tenía los ojos de acero.

No sé. Su forzada existencia me carga.